El Madrid CFF logra su 17ª victoria seguida frente a un Zamora que aún busca su salvación. Las nuestras se impusieron sin demasiado brillo pero con un dominio inapelable.
Más pendiente de campos rivales donde se decidían buena parte de las opciones de salvación de los implicados, las zamoranas del Amigos de Duero llegaron a La Dehesa con la intención clara de tratar de aguantar un resultado lo más beneficioso posible conocedoras de la dificultad de arañar algo positivo del campo más difícil de la categoría. Con este planteamiento, y con el empate del Torrelodones frente al Dínamo, las visitantes ya sabían que sus amplias opciones de salvación quizá pasaban más por la siguiente jornada que por ésta. Las nuestras, ya campeonas y con poca presión competitiva, trataron de realizar su fútbol desde el primer minuto pero las imprecisiones y la falta de movilidad, principalmente, unido al intenso calor reinante, condenaron al encuentro a una repetición constante de intención sin profundidad blanca y repliegue amarillo que honestamente, no ofreció un espectáculo digno de mención en la tarde calurosa del domingo.
Aún con esta tesitura, un disparo al palo de Jade y dos goles anulados a Mascaró y a la propia Jade en apenas 8 minutos dejaban claro que el favorito quería imponerse. Paola no intervino en todo el encuentro, que fue un completo monólogo local aunque, como decimos, sin brillo, sin chispa. Mellado y Saray siguieron acumulando ocasiones y fue la capitana la encargada de dar la primera puntilla a las amarillas con un zapatazo tras un recorte de fantasía en la frontal a los 35 minutos de partido. El 1-0 no espoleó a las blancas en juego aunque por inercia, las llegadas se sucedían sin descanso. Patri Mascaró marcó de cabeza y Saray puso el tercero antes del descanso en una de las pocas combinaciones rápidas que pudo tejer el conjunto de Núñez.
Tras el descanso, mismo patrón de juego, con un Madrid que trataba de combinar pero al que le faltaba la tensión de otros días y un Zamora que mantenía sus dos líneas de retaguardia bien cerca para evitar una sangría. Lo consiguieron las visitantes gracias a su guardameta, que fue protagonista ante Jade en varias ocasiones o Anama en una segunda mitad que ofreció más ocasiones, no excesivamente claras salvo las que salvó la portera pero sí numerosas en las botas de Emma, Mabel o la misma Jade. Los cambios de Núñez quizá consiguieron ese punto extra de frescura aunque no terminaron por ser definitivos y el partido se fue acabando sin ofrecer mucha historia que contar hasta los últimos instantes. Un remate de Carro en un saque de esquina significó el cuarto gol local y el poco suspense del encuentro al golpear en los dos palos antes de cruzar la línea y una obra de arte de la capitana Alba Mellado, otra más, tras recortar a tres defensas y poner por arriba lejos del alcance de la meta amarilla el balón que cerraba el marcador, ya en el último minuto.
En un partido sin nada en juego, el resultado final (5-0) puso justicia al dominio madridista y al número de ocasiones aun sin la frescura, el carácter y la chispa que ha hecho de este equipo el más temido de la categoría. La semana que viene, las nuestras visitarán Valladolid para medirse a un San Pío que necesita puntuar para tener opciones de salvación. El técnico madrileño ya no se dejó ayer nada en el tintero en una clara demostración de que la preparación para el primer partido de playoff, el 14 de mayo, sigue su curso. La intención es seguir compitiendo pese a que la liga está ya cerrada hace tres semanas por lo que las nuestras acudirán a Valladolid a buscar los últimos tres puntos de la temporada.
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